Gracias a las múltiples opciones tecnológicas que existen, hoy es posible la rehabilitación totalmente remota, desde la evaluación hasta los seguimientos posteriores. Esta alternativa brinda diversos beneficios tanto a los pacientes como a los profesionales que la imparten.
La modalidad remota se ha vuelto muy necesaria en estos días que el COVID 19 ha obligado a decretar cuarentena alrededor del mundo. En este sentido, la rehabilitación remota no debe quedarse atrás, porque también es muy útil en otras situaciones, como por ejemplo personas que no cuentan con centros médicos cercanos, pacientes incapacitados para moverse, u otro tipo de escenario de crisis.
Además, le entrega a los usuarios la posibilidad de decidir entre terapias en un centro o en sus hogares, incluso pudiendo combinar ambas, ya que la telerehabilitación en la mayoría de los casos no es un sustituto.
Más bien, se trata de un complemento que otorga múltiples beneficios, tanto para el paciente como para los profesionales.
Muchas veces los centros se encuentran saturados, con muchos pacientes para un solo profesional y lo mismo ocurre con el equipamiento. Finalmente, el usuario recibe una atención regular, que no llenas sus expectativas y considera que su recuperación y resultados están yendo más lentos de lo que deberían. Con la teleterapia, el paciente podrá contar con un profesional enfocado 100% en él y con mayor frecuencia de terapias.
Al no tener que gastar en transporte, ni pagar extra por implementos de entrenamiento, los costos se reducen para el paciente. Lo mismo ocurre con los profesionales que no estarán supeditados al uso de un espacio físico de atención.
A veces los pacientes con terapias de larga duración, comienzan a sentir que llegaron a un límite en el que ya no pueden mejorar sus resultados o que sus avances ocurren lentamente. Sin embargo, con la teleterapia se les brinda la oportunidad de valerse por sí mismos, ya que se les entrega las herramientas y medios para que asuman un rol protagónico en su tratamiento.
Tanto para los usuarios, como para los profesionales, ya que generalmente deben recorrer entre 15 o 20 km para llegar al recinto. Esto, muchas veces podría causar que el paciente llegue cansado a las sesiones, sin embargo, con las terapias remotas se parte de un comienzo con el 100% de la energía.
Cuando los pacientes y su familia toman los rumbos de la terapia, realizandolas ellos mismos (tras una capacitación) y con el apoyo virtual de un profesional, aprenden más sobre rehabilitación e incluso sobre su propio cuerpo, lo que podría ser muy significativo en sus tratamientos.
Al tener tareas y responsabilidades asignadas, la persona con problemas de movilidad se siente 100% parte del proceso, incrementando incluso su autoestima. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los pacientes quiere poder cuidar de sí mismos. Esta modalidad los empodera.
En TrainFES center, por ejemplo, trabajan todos los días para hacer mejoras en el proceso rehabilitación y la necesidad de innovar está siempre presente. Por eso es que desde antes de la propagación del coronavirus, se trabajó en un programa en el que los pacientes se pudieran rehabilitar de forma totalmente independiente.
En el nuevo modelo que se propone, la terapia es completamente remota. Para esto, primero se obtiene la información básica del paciente y se les explica el programa en detalle. Luego se realiza una pre evaluación clínica, a través de un screening, para descubrir si el paciente cumple con los requisitos y también para conocer todas sus necesidades. Con estos resultados, se le asigna un programa personalizado, para más tarde enviar un paquete de telerehabilitación que incluye equipamiento y dispositivos. Luego, se efectúa una evaluación a través de una videollamada con el fin de conocer cómo el paciente responde a la electroestimulación.
Si el proceso anterior cumple con las expectativas del paciente y los profesionales, se inicia la rehabilitación con una capacitación que instruye a su familia y cuidadores, para asistir al usuario. Cabe destacar, que cada terapia cuenta con la asistencia virtual de los profesionales de TrainFES center.
En los tiempos de hoy, esta opción llega en el momento oportuno, ya que debido a la pandemia, los pacientes deben continuar rehabilitándose, considerando incluso que mantener al máximo sus capacidades aeróbicas y cardiacas los ayudarían a enfrentar una eventual infección.
Ahora que conoces las razones para continuar la rehabilitación desde casa, esperamos que te aventures a seguir la modalidad. Entrega soluciones a cientos de pacientes al dar una mayor cobertura, reducir costos y permitir que el usuario cumpla un rol protagónico en su terapia. Además, más que sustituir el tratamiento presencial, funciona perfectamente bien como un complemento.
La electroestimulación funcional está comenzando a ser parte de los tratamientos de quienes han contraído el coronavirus y han sido derivados a una UPC.
La electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés) es una técnica terapéutica que utiliza corrientes eléctricas para estimular nervios y músculos, con el objetivo de restaurar o mejorar la función motora en pacientes con diversas condiciones neurológicas y musculares.
En Chile, las Unidades de Pacientes Críticos están empezando a apostar por la electroestimulación funcional para lograr una rehabilitación temprana en aquellas personas contagiadas por Covid-19.