Este tipo de afección tiene múltiples subclasificaciones, que deben ser abordadas de manera distinta. A continuación te contamos sus características y cómo la electroestimulación puede ayudar en cada caso.
Como explica el NICHD -instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver- existen distintos tipos de parálisis cerebral. Estos se clasifican de acuerdo al movimiento que afectan, las partes del cuerpo que sufrieron alteraciones y la gravedad de los síntomas.
Ahora, si se trata de hacer un diagnóstico, el Indian Journal of Pediatrics explica que la caracterización de los pacientes con parálisis cerebral se puede hacer entre los 3 y 5 años.
Los primeros signos se pueden clasificar como:
Otro tipo de clasificación tiene que ver con la presentación clínica:
Incluye signos de compromiso de primera motoneurona (como explica el National Institute of Neurological Disorders and Stroke, aquellas células que controlan la actividad muscular voluntaria esencial como hablar, caminar, respirar y tragar), así como espasticidad, hiperreflexia, aumento de la respuesta extensora plantar.
Quienes han sufrido una parálisis cerebral espástica se caracterizan por tener movimientos en bloque, en lugar de movimientos finos y articulados. Es decir,hay rigidez y dificultad en el movimiento.
Esta categoría tiene subclasificaciones como:
La terapia FES es recomendada en estos casos dado que se ve afectada principalmente la primera motoneurona. El manejo de la espasticidad se puede lograr gracias a la estimulación eléctrica.
Las personas con este tipo de parálisis se caracterizan por tener movimientos involuntarios. Los músculos suelen estar rígidos al iniciar el movimiento o ante las emociones. Los reflejos musculares pueden estar normales o disminuidos.
Existen dos subclasificaciones para este tipo de PC:
En la PC disquinésica se puede utilizar la terapia FES para reeducar los músculos deglutorios y sinergias de la cara, además de regular el tono en el caso de las distonias.
Es la más atípica y suele darse en desórdenes neurodegenerativos. Existe retraso en los hitos motores y del habla. La ataxia es la descoordinación y falta de control de los movimientos. Ésta va aumentando con la edad.
Se puede utilizar la terapia FES como un complemento para la coordinación, por ejemplo al realizar actividades que ocupen ambos lados del cuerpo como la bicicleta o el remo.
Hay distintos tipos de parálisis cerebral y todas deben ser tratadas de manera distinta. En este artículo te presentamos solo algunas de los signos que puedes reconocer en cada uno de los casos. Lo importante es que toda evaluación sea realizada de manera temprana por un experto. Así se podrá determinar el tratamiento a seguir para cada paciente.
Dificultades para realizar actividades de la vida diaria como moverse, hablar o incluso tragar son las principales consecuencias de los trastornos neurológicos, que limitan la independencia de las personas y afectan también al entorno familiar encargado de brindar apoyo y acompañamiento.
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