Una lesión de la médula espinal hace referencia a daño causado en cualquier parte de los nervios del extremo del canal espinal y de la médula espinal misma. El mayor porcentaje de las lesiones de la médula espinal son producto de accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, caídas y agresiones.
Una lesión de la médula espinal hace referencia a daño causado en cualquier parte de los nervios del extremo del canal espinal y de la médula espinal misma. El mayor porcentaje de las lesiones de la médula espinal son producto de accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, caídas y agresiones.
La médula espinal se encuentra dentro de la columna vertebral, un canal óseo protector que consta del sacro y 24 vértebras que soportan la mayor parte del peso del cuerpo. A su vez, es una larga estructura que comienza al final del tronco encéfalo llegando hasta la parte inferior de la columna vertebral. Se constituye de nervios que transportan los mensajes entre el encéfalo y el resto del organismo.
Una lesión medular implica que los pacientes vean afectados muchos ámbitos de su vida y que, por lo mismo, lo vivan con afectaciones a nivel mental, emocional y social. Debido a ello, la medicina continúa estudiando mejoras y actualmente existe tratamiento y rehabilitación para ayudar a las personas a llevar una vida independiente.
La lesión de la médula espinal puede afectar a la misma o afectar a las vértebras o nervios raquídeos. Ya sea que afecte a los nervios o les cause disfunción, se puede producir de las siguientes maneras:
La capacidad que mantiene la persona para controlar las extremidades luego de una lesión en la médula espinal se denomina nivel neurológico de la lesión. Por otro lado, la gravedad de la lesión de la médula espinal se conoce como “integridad”, y se clasifica de la siguiente manera:
Los tipos de parálisis debido a una lesión en la médula espinal son:
Los síntomas de los pacientes que han sufrido una lesión en la médula espinal suelen presentar dolor en el cuello o espalda cuando la columna se encuentra lesionada. También pueden incluir:
El pronóstico de recuperación de la lesión de la médula espinal varía según el sitio en el que se produjo la lesión. Existe una mayor probabilidad de que haya recuperación cuando la parálisis es parcial y en los casos que el movimiento y la sensibilidad comienzan a recuperarse la primera semana luego de haber sufrido la lesión en la médula espinal. A pesar de lo anterior, distintos estudios han demostrado que la recuperación, en terapias convencionales, es posible hasta un año después de la lesión. Sin embargo, en TrainFES se ha tratado a muchos pacientes después del año.
Los tratamientos para las lesiones de la médula espinal incluyen: inmovilización, cirugía para estabilizar la columna en el caso de que se requiera y rehabilitación. Esta última está enfocada en que el paciente recupere el mayor grado de independencia posible y mejorar la activación y funcionalidad de las extremidades que presentan parálisis.
Una rehabilitación global optimiza y evalúa el tratamiento indicado para cada persona de acuerdo a la lesión de médula que presente. En este caso TrainFES ofrece un programa que acompaña a los pacientes en todo el proceso. Dependiendo del caso, pueden optar a:
Recientemente una de las pacientes que se mantiene en rehabilitación en TrainFES, Camila Zúñiga, que anteriormente ya había mantenido tratamientos de rehabilitación durante 8 años.
La paciente había recibido un diagnóstico de tetraparesia espástica, es decir, que ya no podría mover sus brazos ni sus piernas. Luego de 18 meses de rehabilitación junto a TrainFES ha recuperado la funcionalidad de caminar por su casa sin la ayuda de la electroestimulación funcional, apoyándose de un andador.
La lesión que presenta Camila es incompleta, es decir, algunas de las vías que van desde el cerebro hacia las extremidades contaban con la capacidad de reaprender ciertas funciones que se habían perdido gracias proceso conocido como neuroplasticidad.
Desde el primer día, Camila entrenó rigurosamente realizando los ejercicios kinesiológicos que se le indicaron junto con la tecnología de electroestimulación funcional.
En su testimonio destaca que para ella lo más importante fue recuperar su independencia, su funcionalidad.
La evaluación adecuada de cada paciente y su lesión puede determinar el tratamiento más adecuado que debe incluir un acompañamiento durante todo el proceso, ya que los pacientes se encuentran viviendo procesos físicos y emocionales. Por lo mismo, TrainFES ofrece un acompañamiento constante junto con asistencia sobre la forma de usar las aplicaciones y equipos.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Ataque Cerebrovascular, que busca concientizar sobre esta patología que anualmente afecta a unos 15 millones de personas en el mundo, de las cuales cinco millones fallecen y cinco millones quedan con algún tipo de discapacidad.
Un accidente cerebrovascular (ACV) es una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre hacia el cerebro debido a un bloqueo del flujo (ACV isquémico), o cuando existe una hemorragia en el interior de este a causa de la rotura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico).
Un infarto medular ocurre cuando hay una reducción del flujo sanguíneo al interior de la columna vertebral, es decir, como resultado de una isquemia originada en una arteria extravertebra