Drop foot y la recuperación de la marcha natural

El drop foot (o “pie caído”) es una las dificultades motoras más frecuentes en pacientes que sobreviven a un ACV. Es la incapacidad de levantar la parte delantera del pie y repercute directamente en el patrón de la marcha natural, ya que el paciente arrastra el pie afectado. No es una patología en sí misma, más bien es un signo que se desarrolla como resultado de lesiones neurológicas, musculares o anatómicas.

El ciclo normal de la marcha consta mayormente de 2 fases: la fase de apoyo y la fase de balanceo. La fase de apoyo culmina con el despegue, cuando el pie se prepara para separarse del suelo, primero el talón y al final los dedos del pie. En esta fase participan principalmente el músculo isquiotibial (que extiende el muslo en la cadera) y el cuádriceps femoral (que estabiliza la rodilla) y el tibial anterior y grastrocnemio (que permiten la dorsiflexión). Una persona que presenta drop foot tiende a compensar la marcha levantando el muslo al caminar, como si subiera una escalera paso a paso con el objetivo de ayudar al pie a levantarse del suelo.

Etiología Existen diferentes causas del drop foot, como una lesión en el nervio peroneo o en su raíz (el nervio ciático), enfermedades asociadas a debilidad muscular progresiva (como ELA, esclerosis múltiple, distrofia muscular, entre otras) o lesiones en el sistema nervioso central, como los ACV.

Tratamiento A lo largo del tiempo se han desarrollado diversos tratamientos para mejorar la calidad de vida de las personas que presentan drop foot. El tratamiento depende de la edad del paciente, su condición física y comorbilidad y su objetivo es evitar el riesgo de caídas y que la persona pueda volver al ciclo natural de la marcha. Por esta razón existen múltiples opciones de tratamiento, algunas más tradicionales y otras más innovadoras, a las que cualquier persona con drop foot puede acceder: Cirugía: los procedimientos quirúrgicos se indican en ocasiones para reparar o descomprimir un nervio dañado. Si el drop foot es permanente, la cirugía permite transferir un tendón funcional y el músculo adherido a él a una parte diferente del pie. Fisioterapia: buscan fortalecer los músculos, mantener el movimiento de las articulaciones y ayudar a mejorar el patrón de la marcha. Generalmente se prescribe cuando existe debilidad muscular. Los ejercicios terapéuticos adecuados pueden fortalecer particularmente los músculos del tobillo y de esa forma mejorar el movimiento. Los ejercicios que se indican con mayor frecuencia son: flexiones de los dedos de los pies con una toalla, estiramiento de tobillo, dorsiflexión isométrica, ejercicio "punta, taco, suelo", entre otros. Órtesis tobillo-pie (OTP): se trata de un poyo para el pie con soporte ligeros para la pierna y una plantilla para el zapato. La OTP se inserta en el zapato y sujeta el pie a 90°, estabiliza el tobillo en esta posición y ayuda a despejar los dedos del pie durante el balanceo de la marcha. Si bien es uno de los tratamientos más comunes, el uso prolongado de la OTP puede causar atrofia de las estructuras comprometidas, repercutiendo aún más en la funcionalidad del paciente.

Electro Estimulación Funcional (FES): actualmente se está utilizando con mayor frecuencia la electro estimulación funcional para coordinar la contracción de los músculos dorsiflexores del pie. Este tratamiento consiste en enviar pequeños pulsos eléctricos para desencadenar la respuesta motora que permita a la persona elevar la parte delantera del pie, permitiendo un rango de movimiento similar a la marcha natural. Funciona con programas diferenciados para cada persona y permite mayor independencia en las actividades de la vida diaria. WalkFES es un dispositivo de electro estimulación funcional desarrollado especialmente para personas con drop foot. Consiste en una banda ligera que se coloca por debajo de la rodilla. Cuenta con un sensor de movimiento que va sobre el empeine del calzado que detecta de forma inteligente el momento preciso para gatillar el pulso eléctrico sobre los músculos afectados. Este dispositivo permite adoptar un patrón de marcha mucho más natural y eficiente que los tratamientos convencionales. Existen muchas causas y tratamientos para el drop foot y cada persona requiere diferentes procedimientos según sus propias características y condiciones específicas.

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