El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo y cualquier eventualidad que lo afecte, ya sea una patología neurológica o una lesión traumática, suele tener consecuencias graves que cambian diametralmente la vida de la persona y de su entorno.
Uno de los casos más graves es cuando se produce un derrame cerebral o accidente cerebrovascular (ACV), en que este órgano vital deja de recibir nutrientes y oxígeno debido a que el flujo de sangre se detiene.
Pocos segundos son suficientes para generar consecuencias en quien lo sufre. Por ello, el Ministerio de Salud lo califica como una urgencia tiempo-dependiente, por lo que, mientras antes se reciba atención médica, mayores son las posibilidades de sobrevivir o quedar sin secuelas.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que existen dos tipos de derrame cerebral:
Mayo Clinic explica que existen muchos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular:
Los expertos de la Clínica Las Condes plantean que la principal forma de prevenir un ACV es con el manejo de los factores de riesgo.
A ello se debe sumar un estilo de vida sana, con control de peso corporal, una dieta balanceada y ejercicio físico, junto con evitar el consumo excesivo de estimulantes como cafeína, bebidas energéticas y drogas ilícitas.
El equipo de neurología de la Clínica Alemana puntualiza que una de cada seis personas en el mundo puede sufrir de un ACV. A las acciones ya mencionadas de prevención se suman el control permanente de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial o arritmias, junto con mantener estables el colesterol y la glicemia.
La actividad física también es crucial para mantener un peso saludable y disminuir los niveles de colesterol y presión arterial. Para los adultos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan 2 horas y 30 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, como caminar a paso rápido, todas las semanas.
El Ministerio de Salud reporta que en 2021 se registraron 7.501 defunciones por ACV en Chile, lo que equivale a una muerte cada 72 minutos.
Los tres síntomas más comunes de derrame cerebral son:
El Minsal remarca que, frente a la presencia de uno o más de estos tres síntomas, se debe llamar inmediatamente al número de emergencias del SAMU (131) o acudir al servicio de urgencias hospitalario más cercano, para recibir a tiempo el tratamiento que corresponda.
Un ACV deja secuelas van desde la debilidad muscular de un lado del cuerpo hasta la pérdida de la capacidad de tragar. El tiempo es fundamental, por ello el ideal es comenzar una rehabilitación temprana antes que estos problemas se vuelvan crónicos.
TrainFES cuenta con un equipo multidisciplinario de 40 expertas y expertos en kinesiología, fisiatría, terapia ocupacional, fonoaudiología y psicología, que acompañan permanentemente al usuario para lograr los mejores resultados terapéuticos.
Entrenar todos los días, de forma correcta, con apoyo profesional íntegro, y utilizando tecnología como la electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés), incentiva la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro de reaprender ciertos movimientos perdidos tras una lesión.
La terapia de TrainFES ha demostrado los mejores resultados para lograr una rehabilitación de las principales consecuencias de un ACV:
La debilidad motora afecta procesos como la marcha, ducharse, alimentarse y distintas actividades de la vida diaria.
De acuerdo a las investigaciones, el sistema FES acompañado por el entrenamiento constante y el control profesional es adecuado para tratar la recuperación motora debido a la pérdida de movimientos funcionales.
La evidencia generada por TrainFES da cuenta del avance del nivel funcional de 85 pacientes, entre su primera sesión de entrenamiento y el segundo mes de terapia. Se evaluó la capacidad de mantenerse en sedente (sentado), bípedo (que se sostiene sobre los dos pies) o caminando.
En la primera evaluación, 22 de los pacientes lograban el sedente, de los cuales 12 avanzaron al nivel bípedo (72,7%) y 4 a poder caminar (18,2%) durante la segunda toma de pruebas.
La segunda evaluación también mostró que de los 19 pacientes que lograban el bípedo, 10 lograron la marcha (52,6%) y 9 mantuvieron su nivel (47,4%).
Además, ninguno de quienes tomó la terapia de TrainFES mostró retrocesos.
En el caso de la pérdida de la capacidad para tragar, TrainFES complementa la terapia fonoaudiológica tradicional con electroestimulación funcional para tratar ese tipo de problemas de deglución y disfagia. Se ha comprobado que la terapia logra mayor respuesta y reduce los tiempos de rehabilitación.
La metodología TrainFES, que requiere del compromiso y la constancia de los usuarios, le ha mejorado la vida a miles de personas.
Oscar Alday es una de estas personas. Un ACV hemorrágico en 2018, cuando tenía 33 años, lo tuvo cerca de un mes en coma. Al despertar, había perdido la capacidad de mover su brazo y pierna derecha, y el pronóstico fue que no volvería a caminar.
Durante su rehabilitación, aprovechó la tecnología de rehabilitación que, gracias a un dispositivo desarrollado por TrainFES, permite entrenar todos los días sin necesidad de asistir al centro terapéutico.
En la actualidad, ha recuperado gran parte de la movilidad del brazo, puede caminar en su casa y moverse sin usar su silla de ruedas. “Siento emoción porque me dio una nueva oportunidad de volver a caminar, de sentirme que era útil nuevamente, que no era un adorno que me iba a quedar en la casa”, expresa.
Camilo Valdebenito (59 años) sufrió un ACV isquémico en 2017, que le causó una hemiparesia en el lado izquierdo.
Gracias a la capacitación de los profesionales y al uso de la aplicación móvil intuitiva, entrenó a diario aun cuando no tenía sesiones, para mantener una continuidad terapéutica que le brindó los mejores resultados.
“Yo me visto solo, me baño solo, como solo, todo lo hago solo. Puedo salir de mi casa al centro, puedo ir a comprar, al banco, puedo salir para cualquier parte ahora”, comenta Camilo, quien incluso se reintegró al mundo laboral con un emprendimiento.
Para Viviana Brito (63 años), el programa le permitió recuperar la movilidad luego que un ACV le cambiara la vida hace una década.
El ACV afectó el lado izquierdo y el pie sufrió efectos que la obligaron a usar una órtesis, hasta que el tratamiento de TrainFES le permitió volver a caminar.
“No caminaba o lo hacía muy mal, con el bastón y pie chueco. Ahora ya estoy mucho mejor. En un par de meses empecé a ver cambios significativos con el uso de TrainFES. Hay que seguir con kinesiología y los tratamientos, y esta tecnología es un buen complemento”, valora.
TrainFES es una metodología de neurorehabilitación única en el mundo, que combina el entrenamiento diario con tecnologías innovadoras, para obtener mejores resultados terapéuticos en menor tiempo gracias a la continuidad del tratamiento.
Así, permite obtener hasta 10 veces más terapias efectivas que con un método convencional, y un potencial de recuperación igual o mejor que en un programa presencial.
El drop foot (o "pie caído") es una dificultad de la marcha muy frecuente en personas que han sobrevivido a un Accidente Cerebro Vascular (ACV).
Un accidente automovilístico, una caída en la piscina o un traumatismo de alto impacto suelen ser los principales desencadenantes de una lesión medular (LM), que implica daño en cualquier parte de la médula espinal o en los nervios del extremo del canal espinal.
Una lesión de tipo neurológica puede afectar a diversos sistemas de nuestro cuerpo, como las habilidades cognitivas, sensitivas, motoras e incluso el equilibrio.