La medicina remota ha tomado más fuerza que nunca durante la pandemia que estamos viviendo, producto de que millones de pacientes en todo el mundo se encuentran en aislamiento. Aún así tienen tratamientos que continuar. Conoce aquí cómo funciona y crece esta modalidad.
Producto de la pandemia que vive el mundo, distintos rubros han debido adaptarse para continuar funcionando, ya sea con intensas medidas de precaución o a través de la modalidad remota para así respetar el distanciamiento social. En este sentido, la medicina no se queda atrás, incursionando en este último sistema. Lo que no muchos saben es que viene tomando fuerza hace ya varias décadas atrás.
Según el libro El papel de la telesalud en un entorno de atención médica en evolución, mencionado en un artículo de 1879 de la revista médica The Lancet menciona que se usaba el teléfono para reducir las visitas innecesarias. Más tarde en 1925, la revista Science and Invention mostraba en su portada como un médico diagnosticaba a un paciente por radio. Asimismo, el autor asegura que en ese instante ya se pensaba en un dispositivo de video que permitiera hacer un chequeo a distancia a un paciente. Ese momento llegó en los años 60 gracias a la NASA, que comenzó a implementar monitoreo fisiológico a distancia en el programa espacial Mercury.
Como podemos imaginar, existen muchos más hechos históricos de la telemedicina que poco a poco han permitido a los profesionales de la salud evaluar, diagnosticar y tratar a los pacientes a distancia utilizando la tecnología de telecomunicaciones. Lo importante, es que bajo el contexto en el que estamos viviendo, donde personas de todo el mundo se encuentran en aislamiento o cuarentena, la medicina a distancia se ha convertido en la nueva forma en que los pacientes se conectan con sus médicos.
Este incremento se puede percibir notoriamente en Estados Unidos, donde antes de que llegara el virus a California, el máximo de teleatenciones que hacía el Hospital Children’s Health de Stanford eran 35, mientras que ahora han realizado hasta 500 en un día. Otro ejemplo es la Clínica Cleveland, solo en marzo realizó 60,000 citas remotas, aumentando en más del 1,700%, ya que su promedio mensual solía ser de 3.400 teleatenciones.
Sin duda, hablamos de una modalidad muy útil en todo el mundo, pero en particular para miles de pacientes la telerehabilitación ha sido trascendental durante este periodo. Las personas con problema de movilidad necesitan tener una continuidad terapéutica, porque no recibir sus tratamientos podría significar un gran retroceso para algunos. Por ejemplo, en el caso de personas con daños neurológicos esto es algo mucho más serio, porque no solo hablamos de un retroceso, sino también de posibles consecuencias.
Eso es algo que bien sabemos en TrainFES center, donde pausar la rehabilitación nunca ha sido una opción. Por eso desde antes de la propagación del coronavirus en nuestro país, la necesidad de innovar estuvo presente. Hoy contamos con un programa totalmente remoto, desde la evaluación hasta las terapia y dónde la tecnología es una de las grandes protagonistas.
Como pudimos ver, la telemedicina ha ayudado a muchas personas que necesitaban continuar sus respectivos tratamientos sin ponerse en riesgo de contraer el coronavirus. En especial, abordamos a los pacientes con daños neurológicos que tanto necesitan continuar con sus terapias para no tener retroceso u otras consecuencias. De esta forma, la solución 100% remota que brindan en TrainFES center es una excelente opción.
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