Los trastornos deglutorios post intubación pueden ser tratados con electroestimulación funcional y lograr resultados positivos. A continuación puedes revisar más detalles al respecto.
En el blog Cómo el FES puede ayudar a la recuperación de pacientes con COVID-19, revisamos que -entre otros resultados que puede alcanzar- este tipo de tratamiento puede acelerar el proceso de rehabilitación precoz del trastorno de la deglución post intubación.
Como hemos podido ver en los medios y en el incipiente registro científico, hoy existen múltiples casos de personas con COVID-19 que por la gravedad de su estado, no pueden respirar por sí mismas. Es por esto que requieren de intubación orotraqueal, es decir, la introducción de un tubo que va desde la boca hacia los pulmones. Así se asegura la respiración de forma artificial.
Sin embargo, una intubación prolongada puede alterar el normal funcionamiento de la boca, la laringe y las cuerdas vocales, afectando directamente al proceso de la deglución.
Ahora, ¿qué se puede hacer para rehabilitar a pacientes que quedan con este tipo de secuelas?
Una persona que ha estado sometida a una intubación prolongada requiere de una terapia fonoaudiológica que involucre la reeducación sensorial y motora.
Hay sistemas que pueden ayudar a hacer más efectivo y rápido este proceso. La electroestimulación funcional de TrainFES ha demostrado ser una herramienta valiosa, ya que apoya esta terapia y permite un entrenamiento neuromuscular en menos tiempo.
Puntos que refuerza:
En promedio, una persona post intubada que cuenta con el apoyo de un fonoaudiólogo en su terapia con TrainFES, puede recuperar la alimentación por boca en unas 5 a 8 sesiones, todo dependerá de la complejidad del caso.
Lo ideal es que estas sesiones también incorporen estimulación sensorial, motora y comunicativa.
Una de las principales ventajas que tiene TrainFES, por sobre otros tratamientos, es la disminución de tiempo que requiere la reeducación neuromuscular. Su tratamiento de electroestimulación entrega un soporte motor que facilita la realización de diversos ejercicios funcionales y maniobras deglutorias. También se destaca su sistema de biofeedback a través de un sensor de movimiento inercial, que entrega al paciente una mayor comprensión de los mecanismos rehabilitadores de su propia deglución. De ese modo le es más fácil participar de forma activa en su entrenamiento.
La electroestimulación funcional está comenzando a ser parte de los tratamientos de quienes han contraído el coronavirus y han sido derivados a una UPC.
La dificultad o incapacidad para realizar actividades cotidianas a causa de un trastorno neurológico o una enfermedad neurodegenerativa cambian la vida de la persona afectada y su entorno. Y si bien por mucho tiempo las opciones de recuperación eran complicadas, los avances tecnológicos y médicos abren hoy más posibilidades para lograr una rehabilitación integral.
Los accidentes cardiovasculares y las lesiones medulares requieren de terapias específicas. La electroestimulación puede adaptarse a cada necesidad.