Desde problemas para deglutir hasta pérdida de la visión. En el siguiente blog te contamos algunas de las secuelas de un ACV.
Aunque pueda parecer lejano, lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que cada año 15 millones de personas sufren un ataque cerebral.
El accidente cerebrovascular se ocasiona cuando se interrumpe o disminuye el suministro de sangre a una parte del cerebro. En términos generales, esto no permite que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes, por lo que las células cerebrales comienzan a morir rápidamente.
Luego de esto, una persona puede tener diversas secuelas que lo pueden acompañar incluso toda la vida, si es que no se trata debidamente a tiempo.
Este es una de las secuelas más relevantes de un accidente cerebrovascular. Los problemas para deglutir o disfagia, deben ser tratados prontamente porque pueden poner en riesgo la vida de la persona.
Los problemas se pueden dar en cualquier etapa del proceso de deglución; desde que se ingiere el alimento o líquido hasta que llega al estómago.
Tal como explica este artículo del National Institute of Neurological, las dificultades pueden ir desde una incapacidad total para tragar, hasta la tos o el ahogo cuando la comida o líquido entra a la tráquea (aspiración).
En este caso la persona puede sufrir una neumonía. Los alimentos se pueden quedar detenidos en la garganta o la persona puede tener problemas para tragar la saliva.
Como vimos en el blog Electroestimulación Funcional (FES) y tratamiento de la disfagia neurogénica, este tratamiento puede ser un excelente aliado en estos casos.
Tal vez es una de las secuelas más reconocidas de un ACV. Generalmente se da en un solo lado del cuerpo o cara (hemiplejia). También se puede perder la sensibilidad de un lado.
Como explica este artículo de la Christopher and Dana Reeve Foundation, por lo general, alguien que sufre un ACV en el hemisferio izquierdo del cerebro va a presentar una parálisis (o paresia) del lado derecho. Si es al revés y la persona sufre el ACV en el hemisferio derecho, mostrará parálisis en la parte izquierda.
La rehabilitación debe hacerse lo antes posible, incluso cuando el paciente sigue en la Unidad de Pacientes Críticos. Esto le permitirá ganar tiempo y que sus músculos no tengan un retroceso que después haya que revertir.
El forzar nuevamente los movimientos, podrá evitar que se vuelva a originar un nuevo ACV o problema de la misma naturaleza.
Por lo general, la afasia ocurre cuando el ACV se produce en el lado izquierdo del cerebro, lo que daña el centro del lenguaje. Para el paciente puede ser complicado y frustrante comunicarse como lo hacía antes.Al habla pueden sumarse, la lectura, escritura, comprensión, entre otras.
La buena noticia es que la neuroplasticidad puede ayudar a que las áreas sanas y circundantes del cerebro hagan el relevo y tomen esta labor.
Sin embargo, existen distintos ejercicios y terapias que pueden ayudar a la persona a volver a comunicarse.
Tal como lo explica la American Academy of Ophthalmology, un accidente cerebrovascular puede causar problemas con la visión. Todo dependerá de la zona del cerebro afectada, qué tan severo es el accidente cerebrovascular y cuánto tiempo demora en ser tratado. Estos problemas pueden desde extrema sensibilidad a la luz o ver imágenes dobles (diplopia) hasta pérdida de la visión.
Ahora, ¿por qué los problemas pueden ser tan distintos? Principalmente porque hay dos formas en que la visión se deteriora. Primero, el ACV puede afectar la visión al debilitar el control sobre los músculos de los ojos. Por lo tanto se asocia a la coordinación ocular (como la visión doble). Por otro lado, este puede afectar las habilidades de procesamiento visual del cerebro. Esto quiere decir que la visión empeoró porque el cerebro no puede procesar la información visual correctamente (pérdida de visión central y pérdida de campo visual).
Independiente del motivo, puede haber recuperación si hay un tratamiento según sea necesario.
Las consecuencias consecuencias de un accidente cerebrovascular puede cambiar la vida de una persona. En todos los casos, es necesario un buen diagnóstico y el inicio de un tratamiento de manera oportuna. No dejes que el tiempo pase sin tomar alguna terapia que pueda hacerte progresar. Asimismo, no descuides el aspecto emocional y busca ayuda con expertos que te entreguen un soporte para sobrellevar la enfermedad.
Las enfermedades neurodegenerativas pueden ser serias o poner la vida en peligro. Y si bien la mayoría no tiene cura, un adecuado tratamiento puede ayudar a mejorar los síntomas, aliviar el dolor y aumentar la movilidad.
La distrofia muscular es una serie de enfermedades que generan debilidad progresiva y pérdida de masa muscular. Sus principales síntomas comienzan a presentarse en la infancia, y principalmente afecta a hombres.
Un ACV deja secuelas van desde la debilidad muscular de un lado del cuerpo hasta la pérdida de la capacidad de tragar. El tiempo es fundamental, por ello el ideal es comenzar una rehabilitación temprana antes que estos problemas se vuelvan crónicos.