13 datos que no sabías de la parálisis cerebral

Generalmente, las personas suelen pensar que esta es una afección que es muy limitante. Sin embargo, esta presenta matices y es muy diferente en cada paciente. En el siguiente blog, encontrarás datos y estadísticas que seguramente desconocías.

La parálisis cerebral es la discapacidad motora más común de la infancia, 1 de cada 345 niños la padece y puede ser diferente en cada paciente. Por lo variable  de los síntomas y signos, es difícil determinar un diagnóstico exacto. 

Lo ideal es poder identificar y controlar todos los signos, complicaciones y trastornos asociados. Así, se podrá asegurar que el niño reciba las mejores y más apropiadas intervenciones de manera oportuna, lo que optimizará sus resultados potenciales.

En la siguiente lista verás una serie de datos y estadísticas extraídos de una revisión de más de 1.300 estudios, con grandes poblaciones de niños que viven con la afección:

  • El 75% de los niños con parálisis cerebral experimentan cierto nivel de dolor.
  • El 50% de los pacientes con parálisis cerebral tienen algún grado de discapacidad intelectual.
  • 1/3 de los niños no puede caminar.
  • 1/3 de los infantes con parálisis cerebral tienen desplazamiento de cadera.
  • 1 de cada 4  niños con la condición no puede hablar.
  • Más de la mitad (aproximadamente entre 50% y 60%) de los niños con parálisis, logran caminar de forma independiente.
  • La parálisis cerebral generalmente se diagnostica durante el primer o segundo año de nacido. Si los síntomas de un niño son leves, a veces es difícil hacer un diagnóstico hasta que sea algunos años mayor.
  • ¼ de los niños tiene disfunciones urinarias
  • 1 de cada 4 tiene un desafío de comportamiento.
  • 1 de cada 10 niños con parálisis cerebral es ciego.
  • 1 de cada 15 pacientes, tiene que ser alimentado por sonda.
  • 1 de cada 25 es sordo.
  • 1 de cada 4  tiene epilepsia.

Como cada experiencia es única, es importante que los padres y cuidadores de niños con parálisis cerebral puedan aprender y entender su diagnóstico, posibles complicaciones y discapacidades asociadas. Así, podrán acceder al mejor tratamiento y manejo que los lleve a desarrollar todo el potencial que poseen.

Las intervenciones tempranas mejoran el pronóstico y pueden minimizar las disrupciones en el desarrollo que puedan presentar, especialmente en niños que tienen discapacidades auditivas, visuales y retrasos del lenguaje.

Los problemas de movilidad pueden ser de los mayores desafíos de un niño. La terapia física, incluso la cirugía, si está indicado, son tratamientos adecuados. Mientras más tempranamente, mejor, ya que pueden aumentar el potencial para caminar, experimentar menos dolor, realizar las actividades diarias, participar mejor en la experiencia educativa y tener mayor independencia. Con respecto a la movilidad, los estudios han demostrado que mientras más se estimule el parar y sentarse solo, mejora considerablemente las posibilidades para que el niño camine.

Conclusión

Aunque la parálisis cerebral es diferente para cada persona, los datos y estadísticas pueden ayudar. Así, resulta más fácil hacernos una idea sobre lo que enfrentan los pacientes y lo importante que es realizar un correcto diagnóstico.

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