Un accidente automovilístico, una caída en la piscina o un traumatismo de alto impacto suelen ser los principales desencadenantes de una lesión medular (LM), que implica daño en cualquier parte de la médula espinal o en los nervios del extremo del canal espinal, y a menudo genera graves secuelas en la persona afectada.
Los daños causan cambios permanentes en la fortaleza, la sensibilidad y otras funciones del cuerpo ubicadas por debajo del sitio de la lesión.
La lesión medular afecta el haz de células y nervios que transportan los mensajes entrantes y salientes entre el cerebro y el resto del cuerpo, y las secuelas incluyen pérdida de sensibilidad, de fuerza muscular y de funciones intestinales, hepáticas y sexuales, las que pueden ser temporales o permanentes.
El Ministerio de Salud agrega que la lesión medular afecta el bienestar físico, psicológico y social del paciente, lo que se extiende al entorno familiar que debe asumir sus cuidados.
La parte más baja de la médula espinal que permanece intacta después de una lesión se conoce como nivel neurológico, y según su gravedad ésta se clasifica de las siguientes formas:
La cantidad exacta de funcionalidad perdida en los brazos y las piernas y su extensión dependen de la ubicación de la lesión de la médula espinal, cuyas consecuencias se hacen sentir por debajo de la zona afectada.
Por ejemplo, si la médula espinal se lesiona a la altura del cuello, la persona puede perder movilidad y sensibilidad tanto en los brazos como en las piernas, mientras que una lesión ubicada más abajo puede provocar una disfunción solo en las piernas.
El Institut Guttmann, hospital de neurorehabilitación ubicado en Barcelona, España, agrega que la lesión medular tiene secuelas más o menos graves en función del nivel en que esta se produce.
La lesión medular puede producir parálisis en quien la sufre, la cual se puede clasificar de la siguiente manera:
Al igual que sus efectos en el organismo, el pronóstico de recuperación de la lesión medular varía según el sitio en el que se produjo la lesión.
Existe una mayor probabilidad de recuperación cuando la parálisis es parcial, y en los casos que el movimiento y la sensibilidad comienzan a recuperarse la primera semana luego de haber sufrido la lesión. Sin embargo, y como veremos más adelante, TrainFES ha tenido tratamientos exitosos con muchos pacientes a más de un año de haber sufrido la lesión medular.
Una rehabilitación global optimiza y evalúa el tratamiento indicado para cada persona de acuerdo a la lesión de médula que presente. En el caso de TrainFES, el equipo multidisciplinario conformado por médicos fisiatras, kinesiólogos y terapeutas ocupacionales, entre otros, determina un programa de rehabilitación para cada paciente y lo acompaña durante el proceso.
El proceso consta de:
Tecnologías como la electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés), un dispositivo móvil para su aplicación y la posibilidad de estar monitoreado a través del smartphone facilitan que el paciente lleve adelante con constancia el entrenamiento, ya sea presencial o en casa, para lograr el máximo potencial de recuperación.
En abril de 2019, mientras regresaba a su casa, Alejandra fue atropellada por un bus que no respetó la luz roja. Luego que una operación de urgencia le salvara la vida, una lesión medular a nivel L1 en la zona lumbar le impediría volver a caminar.
En 2020, al inicio de la pandemia, empezó en forma remota su camino con TrainFES, en el que logró grandes avances como ponerse de pie y alcanzar la marcha terapéutica con asistencia y electroestimulación funcional.
Terminada la cuarentena, Alejandra comenzó a asistir presencialmente a TrainFES Center y ya ha logrado dar sus primeros pasos sin apoyo. “Al principio estaba postrada en una cama, pero gracias a TrainFES hoy puedo caminar en un burrito. Estoy feliz”, expresa.
Camila Zúñiga tuvo un accidente en una piscina en 2013, cuando tenía 16 años. Esta caída resultó en una lesión medular a nivel cervical que le impedía mover brazos y piernas, con pocas esperanzas de volver a caminar.
Luego de ocho años en rehabilitación, donde pudo recuperar cierta funcionalidad, Camila aún soñaba con recuperar su independencia.
Con ese objetivo en mente cuando llegó a TrainFES, Camila entrenó rigurosamente desde el primer día para cumplir con los ejercicios kinesiológicos apoyada por la tecnología de electroestimulación funcional.
Durante el año y medio en que ha estado TrainFES, Camila aumentó la fuerza de su musculatura, disminuyó su espasticidad, empezó a ponerse de pie con electroestimulación, y gradualmente avanzó hasta conseguir caminar.
“Cada vez voy siendo más independiente y avanzando en el tema de la marcha”, resalta.
Con un equipo de profesionales capacitados en neurorehabilitación TrainFES es la mejor opción para quienes han perdido movilidad a causa de una lesión medular, gracias a la tecnología, al acompañamiento médico y a las facilidades para que los usuarios completen su entrenamiento.
Así, la terapia es hasta 10 veces más efectiva que un modelo tradicional, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
Una lesión medular implica que los pacientes vean afectados muchos ámbitos de su vida y que, por lo mismo, lo vivan con afectaciones a nivel mental, emocional y social. Debido a ello, la medicina continúa estudiando mejoras y actualmente existe tratamiento y rehabilitación para ayudar a las personas a llevar una vida independiente.
El movimiento constante de las manos en una persona suele ser asociado con la enfermedad de Parkinson, pero ese síntoma tan reconocible es solo uno de los que genera esta patología neurodegenerativa, que también trae consigo rigidez muscular, lentitud en los movimientos voluntarios y dificultad para mantener el equilibrio, además de deterioro cognitivo.
Las consecuencias de un accidente cerebrovascular (ACV) suelen cambiar la vida de quienes lo sufren, con secuelas que van desde parálisis motora hasta la pérdida de la capacidad de comprender o expresar el lenguaje, es decir, de comunicarse.