Un infarto medular ocurre cuando hay una reducción del flujo sanguíneo al interior de la columna vertebral, es decir, como resultado de una isquemia originada en una arteria extravertebral.
Las lesiones de la médula espinal pueden tener distintas causas. El mayor porcentaje de estas se produce por accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, caídas o agresiones, y sus secuelas implican distintos grados de parálisis motora, alteración de funciones metabólicas y dificultad para realizar actividades cotidianas, con el impacto que ello puede tener también para la salud mental.
Además de los factores de riesgo externos, estas también pueden ocurrir debido a un infarto en la médula.
Un infarto medular ocurre cuando hay una reducción del flujo sanguíneo al interior de la columna vertebral, es decir, como resultado de una isquemia originada en una arteria extravertebral.
Según la Revista de Neurología, los infartos medulares son sumamente infrecuentes, y suponen entre el 0,3 y el 1% de todos los casos de ictus o accidente cerebrovascular (ACV).
La Revista Cubana de Neurología y Neurocirugía señala que la detección oportuna de la isquemia espinal a través de un examen neurológico y de imágenes, combinado con intervenciones precoces para aumentar la perfusión de la médula espinal, es crucial para lograr un tratamiento efectivo o revertir el déficit motor.
La mejoría gradual después del infarto de la médula espinal es frecuente y puede continuar de forma prolongada luego del egreso del hospital, mientras el paciente recibe rehabilitación.
Como la circulación colateral para la arteria espinal anterior es escasa en algunos lugares, ciertos segmentos medulares son especialmente vulnerables a la isquemia.
La lesión de una arteria nutricia extravertebral o de la aorta (debido a ateroesclerosis, disección o pinzamiento durante la cirugía) produce un infarto con mayor frecuencia que los trastornos intrínsecos de las arterias espinales.
El primer síntoma de infarto medular es habitualmente dolor súbito en el dorso con opresión que irradia circunferencialmente, seguido en cuestión de minutos por debilidad flácida bilateral y pérdida de sensibilidad.
Cuando una persona sufre una lesión en la médula espinal, es necesario que comience un proceso de rehabilitación para optimizar la recuperación y, dependiendo de su gravedad, adaptarse a un nuevo modo de vida.
Un equipo de rehabilitación integral, que incluye a médicos fisiatras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos, debe trabajar en conjunto con el paciente para buscar:
Una lesión de la médula espinal implica cambios a nivel físico, emocional y social debido a sus secuelas motoras.
Sin embargo, y como veremos más adelante, la metodología TrainFES ha permitido tratar con buenos resultados a muchos pacientes después del año.
Los profesionales médicos de TrainFES evalúan cada caso para definir el tratamiento indicado de acuerdo a la lesión de médula, con un programa que mezcla la innovación tecnológica con el acompañamiento permanente de la persona durante todo el proceso.
El paciente contará con un proceso de rehabilitación personalizado según sus necesidades, el cual puede incluir:
TrainFES es una metodología de neurorehabilitación única en el mundo, que combina el entrenamiento diario con tecnologías innovadoras, para obtener mejores resultados terapéuticos en menor tiempo gracias a la continuidad del tratamiento.
La electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés), que consiste en pulsos eléctricos indoloros que buscan activar los músculos, se utiliza en conjunto con ejercicios planificados y guiados por el equipo profesional, con foco en mejorar la calidad de vida de los usuarios al avanzar en cuanto a movilidad o al recuperar funciones metabólicas.
En términos generales, los principales objetivos de la rehabilitación son:
María Alejandra Retamal sufrió una lesión medular tras un accidente de tránsito en abril de 2019, y el pronóstico médico fue que no podía mover sus piernas y, por ende, no volvería a caminar.
A pesar del golpe inicial, María Alejandra no se rindió y en 2020 llegó a TrainFES e inició una nueva terapia de neurorehabilitación que la ayudaría a entrenar todos los días desde su casa, de la mano de la cuarentena que regía en esos tiempos de pandemia.
Luego de dos años de un proceso de neurorehabilitación remoto, en que logró avances como ponerse de pie con asistencia e iniciar la marcha terapéutica, llegó a tratarse presencialmente en TrainFES Center para lograr dar sus primeros pasos sin la ayuda de la electroestimulación funcional.
“Al principio estaba postrada en una cama, pero gracias a TrainFES hoy puedo caminar en un burrito. Estoy feliz”, expresa.
Para Camila Zúñiga, TrainFES le permitió iniciar un nuevo proceso de rehabilitación luego de un tratamiento de ocho años tras sufrir una lesión medular incompleta, que posibilitaba que algunas de las vías que van desde el cerebro hacia las extremidades mantuvieran la capacidad de reaprender ciertas funciones perdidas, gracias a lo que se conoce como neuroplasticidad.
Con un diagnóstico de tetraparesia espástica (es decir, que ya no podría mover sus brazos ni sus piernas), gracias a la oportunidad que le brinda TrainFES sumada a su constancia, ha recuperado la funcionalidad de caminar por su casa sin la ayuda de la electroestimulación funcional, apoyándose de un andador.
“Cada vez voy siendo más independiente y avanzando en el tema de la marcha y estoy feliz por todo lo que he logrado y todo lo que he avanzado. Se me llenó el mundo de esperanza”, resalta.
TrainFES es la mejor alternativa de rehabilitación integral para personas con parálisis motora u otras secuelas de un infarto o una lesión medular.
El programa pionero, además del tratamiento personalizado, capacita y acompaña al usuario para que mantenga una actividad permanente con miras a su ansiada rehabilitación, ha permitido que miles de personas mejoren su calidad de vida, ya sea al recuperar movimientos perdidos, obtener beneficios metabólicos (como evitar atrofias y enfermedades secundarias) o al volver a realizar tareas cotidianas.
Disminuir el dolor, incrementar los rangos de movimiento o dar un apoyo emocional, son solo algunos de los objetivos que puede tener la rehabilitación en los niños y jóvenes.
La hemiparesia es la parálisis que afecta a las extremidades de un lado del cuerpo. Se presenta debido a lesiones neurológicas como los accidentes cerebro vasculares (ACV).
La parálisis cerebral es un trastorno del movimiento que afecta la capacidad del individuo para coordinar y controlar sus músculos. Esto puede producir discapacidades que afectan las capacidades físicas, la cognición, la comunicación y la función sensorial. Ocurre debido a lesiones o anomalías del cerebro